Creative Commons propone una alternativa a las tradicionales leyes de propiedad intelectual, ofreciendo una serie de aplicaciones informáticas que facilitan la distribución de contenidos dentro del dominio público con un sistema de licencias más flexible que el conocido ‘copyright’.
Es por ello, que los contenidos registrados bajo una licencia Creative Commons, en lugar de mostrar la tradicional ‘C’ del ‘Copyright’, tienen una ‘CC’, que significa ‘Creative Commons: some rights reserved’ (algunos derechos reservados).
De esta forma, el autor de una obra tiene la posibilidad de elegir alguna de las diferentes licencias que ofrece Creative Commons, cada una con diferentes configuraciones o principios, como el derecho a dar libertad para citar su obra, reproducirla, crear obras derivadas, ofrecerlo públicamente, y con diferentes restricciones, como no permitir el uso comercial o respetar la autoría original.